de Juan Sierra
En un juego contra el Tepeyac tuve la fortuna de hacer una captura de su QB, me tocó ver a Don Ismael escondido en los pasillos de los salones que estaban detrás del auditorio con una tremenda sonrisa de oreja a oreja, mi sorpresa al verlo tan contento, fue la de un muchacho que no entendía si le gustaba o no lo que estaba haciendo, atravez de los años aprendí que realmente en su seriedad, el estaba encantado de que sus muchachos del CFH vapulearan a los Odiados Frailes del Tepeyac.
En otra ocasión me castigaron y me encontraba parado en el patio al rayo del sol, se acercó Don Ismael y me preguntó si estaba castigado, le dije que si (creí que me regañaría), pero cuál fue mi sorpresa cuando me susurro entre sonrisas que con mi cuerpo él se robaría los postes de la calle y se los llevaría a su casa (al momento no supe si era un halago o un regaño)…..
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