de Miguel Ramos
…..Una inmensa franja de tierra dibujaba o franqueaba el horizonte de la diversión de un fondo de 1 metro que era un vasto continente para el torneo de canicas. Obvio que mientras se preparaban las parejas, las retas, se ubicaba el primer lugar para hacer el hoyo y definir si era juego rey o pinto mi librito de oro, se entreveía o se montaba una pasarela de moda donde los diestros participantes exponían sus fascinantes modelos y trofeos de vidrio que serían disputadas y ahí se podía apreciar una agüita azul, un trébol, naranja, verde, un trébol combinado, la poderosa bombocha de Mario Moreno, diablitos, azul, rojo o verde, zebritas.
No faltaba el gandalla balín. Los tiritos eran las canicas preferidas que se jugaban a un precio muy alto. Y así se empleaba el zafín zafado, ahogado mueres, atrás de la raya, altas y bien paradas como soldadito, ojo de águila, corridas, etc. Se tiraba de huesito , de uñita, se jugaba en pareja, en trios, uno a uno, se podía matar tras haber entrado al hoyo o morir en el sí al golpear la canica contraria se caía en el.
Por supuesto había grandes capos de ese mundo, habilísimos, diestros, que hacían sonar como cañón el choque de los vidrios esféricos, y había que temerles, había que correr, había opciones estratégicas, un árbol para esconderse y a veces, el timbre salvaba a la canica en peligro, se comenzaba de nuevo al día siguiente. Las bolsas de los pantalones repletas no dejaban de sonar desde la salida del salón hasta la franja de tierra, lo maravilloso de esto es que siempre al siguiente día si perdías tenías la oportunidad de defenderte y ganar, como en todo días malos o días buenos, la emoción , lo clavado en el juego era incomparable, insustituible, dinámico, no estático como los juegos de hoy de bolsillo, o el esclavismo de los mensajes de texto en los celulares, BB o móviles de cualquier marca que han matado la comunicación textual de persona a persona, ya que por más signos de interrogación o de admiración que se le ponga a un mensaje, siempre hará falta observar la expresión del rostro, fijar la mirada hacia los ojos del contrincante al perder o ganar un juego; no se compara mover botones por muy X Z R L R de los PSP o DS contra el centrar la canica del contrario, acomodar el huesito y mandarla regiamente a tiro!!!!!.....Maestro Gabilondo Soler (Cri – Cri) acompáñenos!!!!..... Desde el desván rodando van bajando las canicas, brincando escalón por escalón sin ton ni son, saltando libres y locas. Allá se van sin nadie que pudiera perseguirlas, huyendo por el gusto de correr y de jugar con sus rebotes de cristal.....
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